A mantequilla de avellana es es más una de las 11 mantequillas que la Casca Rija tiene para ofrecerle.
Independientemente del fruto seco que sirva de inspiración para una mantequilla, mantenemos nuestro proceso productivo inalterado, siguiendo pasos simples, pero exigentes: tueste, selección, triturado y aromatización.
Tal como en las demás mantequillas, siempre comenzamos con el tueste, una etapa crucial realizada sin ningún recurso a aditivos. Las avellanas se tuestan delicadamente de forma natural hasta alcanzar el punto ideal.
Después del enfriamiento, una máquina especialmente creada para este fin retira las pieles características de las avellanas. Este proceso, que en una fase inicial de la Casca Rija también se realizaba de forma manual.
Después de quitar las pieles a las avellanas tostadas, sigue la selección de las avellanas! Esta es quizás la selección más rigurosa que tenemos, ya que está compuesta no por una, sino por tres elecciones diferentes! Las avellanas perfectas se utilizan para nuestros sacos de frutos secos. Las avellanas descartadas en la elección anterior, pero en buen estado, se utilizan en la mantequilla de avellana y descartamos todas aquellas que no están en las mejores condiciones y que puedan alterar el sabor final.
El cuarto paso de la producción implica la transformación de las avellanas tostadas en una crema aterciopelada y de consistencia cremosa. Este es el proceso productivo más complicado de todas nuestras mantequillas, debido a un alto contenido de aceite naturalmente presente en las avellanas.
Como en todas las otras mantequillas, se sigue la adición de un poco de especias exóticas (canela molida y jengibre deshidratado molido), asegurando siempre que el sabor de estas no se sobreponga al sabor único de la avellana. La canela añade un toque de dulzura delicada, mientras que el jengibre aporta un toque de picante que despierta los sentidos. El resultado es una crema aromática y sedosa, revelando, en cada cucharada, el sabor único de nuestra mantequilla de avellana.
Al final, el resultado es una mantequilla de avellana, cremosa, aromática y con un sabor inconfundible que sin duda superará las expectativas de todos los amantes de este fruto seco.
Ingredientes: miolo de avellana (99,8%), canela y jengibre.
Alegaciones Nutricionales
- Bajo contenido de azúcares; Sin adición de azúcares; contiene azúcares naturalmente presentes;
- Alto contenido en fibra.
Información Adicional
- El producto no contiene OGM (Organismos Genéticamente Modificados);
- Producto sin aditivos alimentarios;
- Puede contener trazas de cacahuete, gluten, leche, mostaza, semillas de sésamo, soja e sulfitos.
Nota: con el paso del tiempo es normal que surja aceite en la superficie de nuestras mantequillas 100% naturales porque no utilizamos emulsionantes artificiales. Este proceso se denomina separación de fases, es decir, la separación entre el fruto seco (contenido sólido y más pesado) y el aceite del respectivo fruto seco (contenido líquido y más ligero). Para conseguir hacer una mejor emulsión del contenido del envase antes de cualquier uso, aconsejamos mezclar bien el contenido.
Valores Nutricionales Medios | por 100g |
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Energía | 2855 kJ / 692 kcal |
Lípidos | 66 g |
de los cuales saturados | 7,2 g |
Hidratos de carbono | 3,5 g |
de los cuales azúcares | 2,8 g |
Fibra | 8,3 g |
Proteínas | 16,9 g |
Sal | 0,5 g |