Té Diente de León

El té de diente de león es una infusión con una larga historia, especialmente en culturas tradicionales, debido a sus diversas propiedades. Proveniente de las raíces y hojas de la planta Taraxacum officinale, el té de diente de león tiene un sabor ligeramente amargo y terroso, lo que lo hace único en comparación con otras infusiones. De fácil preparación, el té de diente de león es una excelente opción para quienes buscan una bebida natural.

Versatilidad en la Cocina

- Mezcla con Otras Infusiones: Una excelente manera de suavizar el sabor fuerte del diente de león es combinarlo con otras hierbas, como menta o jengibre. Estas mezclas ofrecen no solo una combinación de sabores, sino que también aumentan los beneficios de la infusión.
- Aromatización de Salsas y Sopas: El té de diente de león puede utilizarse como base para salsas ligeras o sopas, especialmente en platos vegetarianos y veganos. Añade un toque terroso y natural que combina bien con verduras y legumbres.
- Base para Bebidas Refrescantes: En climas cálidos, el té de diente de león frío puede ser una excelente bebida refrescante. Al combinarse con limón y hojas de menta, se transforma en una bebida revitalizante e hidratante, ideal para los días de verano.
- Incorporación en Recetas de Panes y Pasteles: Para quienes gustan de innovar en la cocina, la infusión de té de diente de león puede incorporarse en recetas de panes y pasteles, aportando una matiz de sabor única e interesante. Puede usarse en masas para pasteles o incluso como parte de almíbares para coberturas.

El té de diente de león no es solo una bebida tradicional, sino también una opción versátil en la cocina. Ya sea como infusión o ingrediente en diversas recetas, es una excelente manera de añadir sabor y beneficios a su rutina alimentaria.

Taraxacum officinale L. (origen: UE).

Información Adicional

- El producto no contiene OGM (Organismos Genéticamente Modificados);
- Producto sin aditivos alimentarios;
- Puede contener trazas de cacahuetes, frutos secos, gluten, huevos, mostaza, leche, semillas de sésamo, soja y sulfitos.
- Conservar en lugar fresco y seco, a temperatura ambiente.
- No exponer directamente a la luz solar ni al oxígeno.
- Caducidad: 18 meses.